viernes, 14 de octubre de 2016

Luz de luna artificial

Aunque esta técnica se usó durante la Primera Guerra Mundial, su efectividad hizo que se empleara también durante la WW2.



Usando poderosos focos de luz (de hasta 800M de lumens y 15kW de potencia) orientados al cielo durante los días nublados se conseguía que el reflejo de la luz iluminara también el campo de batalla, como si se tratara de la luz de la luna. Esos mismos focos servían también para avistar y derribar los aviones enemigos durante sus cacerías nocturnas.

Cuando no había nubes, bastaba con lanzar proyectiles que explotaran en el aire. El humo de la explosión también reflejaba la luz de forma satisfactoria. La técnica se desarrolló hasta el punto que se empleaban diferentes colores al iluminar el cielo dependiendo de las formaciones enemigas avistadas (tropas de infantería, soporte carros blindados, ...).

En la batalla de Seelow Heights (Abril '45) se utilizaron 143 focos soviéticos dirigidos directamente al frente alemán con el objetivo de cegarlos. La niebla matinal hizo que las siluetas soviéticas se vislumbraran con mayor claridad, favoreciendo a los alemanes y girando las tornas de la estrategia bélica.


1 comentario: