Se fabricaron dos versiones, la primera con 4 cañones de 20mm, y cada proyectil pesaba alrededor de 90g (de los cuales 19 eran explosivos). La segundo versión contaba con 9 cañones en total. El conjunto pesaba 6,5kg y 150cm de largo.
Un par de Fliegerfaust entre montones de runa, delante del Hotel Adlon (Berlín) |
Los proyectiles no disponían de alerones para estabilizar la trayectoria. Para conseguir ese efecto, tenían unos pequeños agujeros, que tomaban el aire y lo hacían girar sobre su eje, así se conseguía una trayectoria uniforme y recta.
Aunque se ordenó la fabricación de 100000 unidades y 8 millones de proyectiles, sólamente unos 80 entraron en combate. Pese a la buena idea, el arma era muy imprecisa en objetivos de largo alcance, la dispersión de los proyectiles la hacían inservible.
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